La Garrotxa, volcanes, paisajes y pueblos medievales

1. Paisajes volcánicos únicos en la península

   • La Garrotxa alberga más de 40 conos volcánicos y coladas de lava perfectamente visibles. No hay otro lugar en la península con tanta concentración y accesibilidad. Pasear por un hayedo que crece sobre lava solidificada o entrar en un cráter con una ermita en su interior es una experiencia irrepetible.

2. El equilibrio entre cultura y naturaleza

   • No es solo un viaje de senderismo ni solo cultural: combina monasterios románicos, pueblos medievales como Besalú o Santa Pau con volcanes, bosques y miradores naturales. Esta mezcla es lo que hace que el viajero viva la historia y la naturaleza en un mismo hilo conductor.

3. Ritmo pausado y accesible

   • Las caminatas son suaves y aptas para todos, sin necesidad de gran preparación física, lo que permite disfrutar del entorno sin prisas y con tiempo para la contemplación.

4. La atmósfera de la Garrotxa

   • Es un destino todavía fuera de las rutas masificadas. Los pueblos mantienen su autenticidad, los bosques invitan al silencio y los paisajes se disfrutan en calma, algo cada vez más valioso para el viajero consciente.

5. El valor añadido de Rumbo Natura

   • No se trata de “ver lugares”, sino de comprenderlos: la lectura del paisaje, la interpretación del románico y la conexión entre volcanes, pueblos y tradiciones. Eso es lo que convierte el viaje en una experiencia transformadora.

Entre volcanes dormidos y pueblos medievales

La Garrotxa es un territorio único en Europa, donde la historia y la naturaleza se entrelazan de manera sorprendente. Aquí, antiguos volcanes dieron forma a un paisaje de hayedos mágicos, riscos de basalto y valles fértiles; mientras que el ser humano levantó monasterios románicos, villas medievales y ermitas escondidas en cráteres.

En este viaje te proponemos descubrir la esencia de este rincón de Cataluña: pasear por el call judío de Besalú, contemplar Castellfollit suspendido sobre un acantilado, perderte entre las sombras verdes de la Fageda d’en Jordà y subir hasta el volcán de Santa Margarida, donde la naturaleza se abre como un anfiteatro silencioso en torno a una pequeña ermita. Todo ello acompañado del sabor auténtico de Girona y del ambiente vivo de sus pueblos.

Un recorrido pensado para viajeros curiosos, amantes de la historia, la etnografía y los paisajes singulares, que combina cultura y naturaleza en equilibrio perfecto.

Día 1 – De Madrid a Girona: la ciudad de los cuatro ríos

Salida por la mañana desde Madrid en dirección a Girona. Llegada a primera hora de la tarde y almuerzo en la ciudad.

Dedicaremos la tarde a recorrer el casco histórico de Girona, una de las ciudades con más encanto del norte de Cataluña. Caminaremos por la Força Vella (antigua ciudad romana), nos adentraremos en el call judío, uno de los mejor conservados de Europa, y recorreremos las escaleras que suben hasta la imponente catedral de Santa María, cuyo interior alberga la nave gótica más ancha del mundo.

Desde allí bajaremos hacia el Onyar, el río que atraviesa la ciudad, con sus casas de colores reflejadas en el agua y sus puentes fotogénicos, entre ellos el puente de hierro diseñado por Eiffel. Finalizaremos la jornada disfrutando del ambiente de la Rambla y las plazas porticadas, donde se mezclan historia y vida cotidiana.

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Día 2 – Monasterios, villas medievales y volcanes urbanos

Después del desayuno partiremos hacia el Monasterio de Santo Sepulcro de Palera, escondido entre campos y bosques, ejemplo perfecto del románico rural catalán.

Continuaremos hasta Besalú, donde cruzaremos su famoso puente medieval para adentrarnos en un casco histórico que guarda tesoros como la sinagoga, los baños judíos y la iglesia románica de San Vicente. Tras el almuerzo, viajaremos hacia Castellfollit de la Roca, un pueblo que se alza sobre un imponente risco basáltico.

Por la tarde visitaremos el monasterio de Sant Joan les Fonts, rodeado de coladas volcánicas, antes de regresar a Olot, donde subiremos al volcán Montsacopa, un cráter en el centro de la ciudad que nos regalará vistas espectaculares al atardecer.

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Día 3 – El corazón volcánico de la Garrotxa

Hoy nos adentraremos en el Parque Natural de la Zona Volcánica de la Garrotxa. Nuestra primera parada será el encantador pueblo de Santa Pau, un conjunto medieval rodeado de volcanes.

Continuaremos hasta el volcán Croscat, cuya gran cicatriz roja nos muestra la fuerza de su antigua erupción. Muy cerca disfrutaremos de un paseo por La Fageda d’en Jordà, un hayedo mágico que crece sobre la lava solidificada, donde cada estación pinta un cuadro distinto.

La tarde nos llevará hasta el volcán de Santa Margarida, cuya subida nos conducirá al interior del cráter, donde se levanta la pequeña ermita románica rodeada de prados. Para completar el recorrido, nos acercaremos al volcán Rocanegra, con su característico color oscuro.

Finalizaremos el día en Sant Feliu de Pallerols, villa medieval del valle de Hostoles, antes de regresar a Girona.

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Día 4 – Paisajes volcánicos y regreso a Madrid

En nuestra última mañana volveremos a disfrutar con calma de los parajes de la Garrotxa. Visitaremos el monasterio de Sant Joan les Fonts, pasearemos entre los árboles de La Fageda d’en Jordà y recorreremos el casco histórico de Olot, con su iglesia de Sant Esteve y sus calles llenas de vida.

Tras un almuerzo temprano (alrededor de las 14:00 h), emprenderemos el viaje de regreso a Madrid.

📌 Este itinerario nos permitirá descubrir la perfecta combinación entre patrimonio románico, villas medievales y los paisajes volcánicos más singulares de la península. Un viaje de contrastes: del bullicio medieval de Girona al silencio mágico de los hayedos, de pueblos suspendidos sobre riscos a ermitas ocultas en cráteres volcánicos.